La pequeña aldea de Peñolite en Jaén, tenía antes un comercio y un colegio para los chavales. Como en otros muchos pueblos cuesta mucho mantener los negocios y los servicios. La economía se impone casi siempre sobre las personas. El problema del colegio se solucionó mandando a los escolares a Puente de Génave, el pueblo del que depende esta solitaria aldea. El comercio del pueblo, regentado por Chari y Rafa, cerró sus puertas y como bien están acostumbrados en estas tierras de emigrantes y gente trabajadora, hubo que buscarse alternativas laborales. En un lugar de tradiciones esta alternativa tuvo que venir junto a su hermana Rosa Mari, que había empezado a elaborar en casa embutido tradicional siguiendo las recetas de su abuela Saturnina. Así, no sin dificultades, empezaron las dos junto a Rafa (ahora como ex marido de Chari y tercer socio) lo que hoy es una empresa familiar de 5 personas con el nombre de esta singular aldea: Embutidos Peñolite.
Instalaciones de la fábrica y tienda de embutidos en Peñolite
Productos artesanales de excelente calidad y con receta familiar
Con la premisa de utilizar sólo materia prima de excelente calidad y las recetas de la abuela Saturnina, esta fábrica de embutidos comenzó su andadura hace ya 15 años. Lo que empezó en casa de Rosa Mari y luego en un almacén de Chari, ahora es una impecable y moderna instalación con tienda abierta al público en el núcleo urbano de Peñolite. La andadura de esta empresa familiar no ha estado exenta de dificultades, pero la perseverancia y el esmero por ofrecer un cuidado producto artesanal, han conseguido que actualmente Embutidos Peñolite sea referente de calidad más allá del ámbito local. De hecho una buena parte de sus clientes, son personas que, por motivos económicos, tuvieron que salir de muchos de los pueblos de la zona en su juventud y que reconocen en los embutidos de Peñolite, el genuino sabor de la tradición local.
Materia prima para elaborar los embutidos de Peñolite
Como explica Alberto, el hijo de Rosa Mari al frente también del negocio familiar, en la elaboración de los productos de Embutidos Peñolite no se escatima en la primordial materia prima, seleccionando sólo productos de calidad, como por ejemplo el aceite de oliva virgen extra, procedente de la almazara local o las especias utilizadas para confeccionar las personales mezclas. «Aquí no hay trampa» cuenta Alberto. Puedes entrar y ver la calidad de la materia prima. No hay grandes secretos: cariño por el producto, trabajo duro y recetas familiares.
Los clientes de Embutidos Peñolite reconocen en sus productos el genuino sabor de la tradición artesanal de la zona.
El empeño por ofrecer un producto tradicional y de gran calidad tampoco está exento de inconvenientes. La competencia de los grandes distribuidores pone los precios a niveles inalcanzables cuando lo que persigues es la calidad. Alberto explica que debido a la demanda externa procedente de China, el precio de la carne de cerdo se ha incrementado notablemente y es difícil no terminar por repercutirlo en los precios finales al consumidor. En otras ocasiones, ese mismo empeño por la tradición obliga a seguir elaborando un producto como la morcilla negra, que causa muchos problemas en producción pero que es muy apreciado por los clientes.
En la actualidad Embutidos Peñolite ofrece una amplia variedad de productos que ha ido creciendo con el tiempo. La indiscutible estrella es la morcilla blanca, una acertada combinación de carne de pavo y cerdo, perejil, huevos, pan y especias. También la mencionada morcilla negra, casi compañera inseparable de la blanca. Otro de los productos imprescindibles es el lomo de cerdo en adobo, presentado en bote de cristal precintado y troceado en generosas porciones bañadas en aceite de oliva virgen extra, sal, ajo y pimentón. En Embutidos Peñolite también producen chorizo, chistorra, salchichón, sobrasada, hamburguesas, pinchos y hasta incluso han incorporada la butifarra.
Salchichón y morcillas de Embutidos Peñolite
Ejemplo de emprendimiento en el mundo rural y planes de crecimiento
Si emprender es complicado, hacerlo desde el mundo rural todavía se antoja más difícil. Peñolite es una pequeña pedanía de Puente de Génave (norte de Jaén) en los límites del Parque Natural de Sierra de Segura. Es una zona fundamentalmente dedicada a la explotación del olivo, pero que ofrece un entorno propicio para otros cultivos como es el caso de las cerezas, también muy apreciadas en la comarca. Con todo las oportunidades laborales son limitadas y emprender se antoja complicado en un territorio habituado a buscar empleo fuera de la provincia. No obstante, la calidad de sus productos y la belleza incomparable de su entorno, son ingredientes que apoyan iniciativas empresariales en el mundo de la gastronomía y el turismo. Sin olvidar tampoco, que se hace necesario el apoyo de las administraciones para agilizar procesos y eliminar trabas (cuentan que tardaron 2 años en concederles el registro sanitario).
La empresa, con su maquinaría, procesos y catálogo, puede dar mucho más de sí. Para ello necesitan llegar a más público y ampliar su distribución.
El caso de Embutidos Peñolite demuestra que la iniciativa decidida de tres emprendedores (siendo dos mujeres), es un ejemplo de las posibilidades que ofrece el mundo rural. Así le fue reconocido a la empresa con la concesión del Premio Reino de Jaén, una distinción que no será la única para esta empresa en constante crecimiento y expansión.
Hablando de expansión, Alberto tiene las cosas muy claras. La empresa, con su maquinaría, procesos y catálogo, puede dar mucho más de sí. Para ello necesitan llegar a más público y ampliar su distribución. Rafa, el tercer socio, es el encargado de los repartos a supermercados y comercios de la zona. A la propia fábrica acuden muchas personas que ya conocen el producto, tanto locales como de paso. Y recientemente Alberto decidió dar un paso en redes sociales, abriendo cuenta en Facebook donde está obteniendo una fenomenal acogida, que se suma a los pedidos servidos por teléfono a muchos puntos de España.
Perfil de Embutidos Peñolite en Facebook
La trayectoria de esta joven empresa jienense ayuda al optimismo. Emprender con un producto natural en un entorno rural es una realidad. Iniciativas como la de estos valientes emprendedores ayudan a conservar unas localidades que de otra forma quedarían con el tiempo vacías. Empresas pequeñas que ofrecen empleo y al mismo tiempo, ilusión por seguir haciendo las cosas con el cariño y la dedicación de antaño. Si pasas por la zona, no pierdas la oportunidad de acercarte a esta bonita aldea, disfrutar del paisaje y apoyar al desarrollo rural comprando el auténtico embutido que nos dejó el saber de Saturnina.
Yo soy de la zona y vivo en valencia desconocía esta empresa , la próxima visita que haga a mi tierra visitaré esta aldea y compraré sus productos que estoy seguro que serán de primera categoría
¡Gracias! No te la pierdas y diles que vas de parte de Tipicolis. Aunque también mandan por mensajero haciendo el pedido por teléfono o por Facebook. Muy fácil, aunque mejor ir.